Llega el calorcito y con el regresa a nuestras mesas el manjar
más popular de los recetarios andaluces. Se trata de una sopa fría elaborada a
base de tomate, pan, aceite de oliva, ajo y vinagre, además de algunas
hortalizas como pepino y pimiento.
Francamente refrescante,
contundente, sabroso y muy
nutritivo, el gazpacho andaluz es sin duda alguna el rey sol de la
gastronomía sureña.
El origen del gazpacho es difícil de dilucidar, aunque se
conoce que ya se consumía una especie de gazpacho primigenio en la antigua Roma, (obviamente sin las
pertinentes hortalizas). También los campesinos del interior de Andalucía ya
elaboraban platos con pan desmigao en aceite de oliva, vinagre y sal en la
época del al-Ándalus. A partir de aquí fue evolucionando y con la llegada del
tomate y el pimiento, dio lugar a
diferentes recetas, aunque hay que tener en cuenta que estos no se agregaron al
gazpacho hasta mediados del siglo XIX.