domingo, 5 de agosto de 2012

Crumble de frutas



El crumble es un pastel de origen anglosajón, nacido al parecer durante la segunda guerra mundial, a raíz de las necesidades provocadas por el racionamiento y la inventiva para alimentar decentemente a las familias.
 Básicamente se elabora cubriendo diversas frutas peladas y troceadas con una masa quebradiza hecha a base de harina, mantequilla y azúcar e introduciendo el conjunto al horno para su cocción. Se trata de una masa granulada y húmeda que hay que esparcir con los dedos para que quede bien repartida sobre la superficie de la fruta, también puede aromatizarse con vainilla, canela, cacao, jengibre, o mezclarse con ingredientes como frutos secos o cereales. Tras el horneado nos proporciona una costra crujiente y muy aromática que se deshace en boca fácilmente, resultando húmeda y mantecosa.

Es un postre económico, fácil y rápido de preparar y suele consumirse caliente, recién horneado y acompañado con un poco de crema inglesa y una bola helado, que le aporta ese contraste de temperaturas tan agradable en los postres.
Las frutas mas comunes en su elaboración son aquellas que aportan un toque de acidez, como las manzanas, uvas, frutos rojos, etc.

Se pueden elaborar durante todo el año seleccionando la fruta de temporada. Sólo hay que disponer la fruta en una bandeja de horno o en un molde para gratinar y cubrirla con la masa, hornear entre 20-30 minutos (dependiendo del tamaño) a unos 180º.

Para la masa de crumble

125 gr Harina de trigo
75 gr Harina de almendra
180 gr Mantequilla
150 gr Azúcar

Mezclar todos los ingredientes con las manos hasta conseguir una pasta con cierta humedad y ligeramente granulada. Reposar en nevera media hora y ya esta lista para su uso.