jueves, 26 de enero de 2012

Yemas de Ronda


Tengo grabado en la memoria el sabor de estas delicadas golosinas, ya que mi madre les tenía gran devoción y siempre que íbamos a Ronda, regresábamos con suministros suficientes como para saciar a cinco criaturas en su primer decenio de vida, mis cuatro hermanos/as y yo.
También podemos encontrar las archiconocidas yemas de Santa Teresa, que aunque son deliciosas, para mi no tienen el mismo sabor, tal vez debido a la memoria gustativa, ya que mis registros de tan exquisito dulce se ciñen a las que comía cuando era niño. Aunque creo que también tiene algo que ver la calidad del producto, y las conocidas como yemas del tajo son de una calidad insuperable, sin menospreciar las de Santa Teresa que se elaboran en la provincia de Ávila
Hay diferentes teorías sobre su procedencia aunque yo me decanto por su pasado andalusí. Bien es cierto que las primeras yemas en comercializarse son las de Santa Teresa, por Isabelo Sánchez, propietario de las pastelerías la dulce avilesa hoy conocidas como la Flor de Castilla, allá por el 1860.