domingo, 19 de julio de 2015

El Mero Mero, Singapur




                                                                               

El Mero Mero Singapur
30 Victoria Street 01-20  CHIJMES, Singapore
Cocina mexicana.

Hace un par de semanas paso por Singapur un viejo amigo, Emilio Ortega, que además venía acompañado por Xavi, al que también tuve el placer de conocer hace ya un par de años en mi primera visita a Malasia, en casa de mi hermano Manuel.
Ambos trabajan para la empresa Josper (hornos de carbón), aunque Xavi lleva ya más de 15 años en Malasia y tiene su propia empresa de distribución.
Ya que en el restaurante en el que me encuentro realizando un trabajo de consultoría tenemos uno de estos maravillosos hornos, se acercaron para echarle un vistazo y solucionarnos un problemita que teníamos con el tiro. Antes de regresar a Kuala Lumpur me comentaron que tenían que revisar otro de estos Josper en el restaurante El Mero Mero y me invitaron a acompañarlos en esta visita. La cita estaba programada sobre la 1 de la tarde, así que el plan era revisar el horno y por supuesto quedarnos a comer.




El restaurante es sencillo a la par que elegante, sin grandes pretensiones y con una cocina vista pequeña pero muy coqueta, algo muy de moda en los restaurantes de Singapur.
Nos recibió muy amablemente el chef Remy Lefebvre, que si no recuerdo mal me comento que era de Inglaterra, aunque había trabajado algunos años en España, por lo que hablaba un castellano bastante aceptable. Tras una breve charla de unos 10 minutos nos acompañó a la mesa y como no, nos pusimos en sus manos.




Para empezar nos sirvió un aperitivo a base de mazorcas de maíz baby cocinadas a la brasa en el Josper acompañadas de unos mini donut de huitlacoche y un tarrito de pomada en que había una mayonesa de chile pasillo. Un aperitivo sencillo pero sabroso, aunque el donut no tenía demasiado sabor a este característico hongo del maíz. La mayonesa estaba muy lograda y aportaba suavidad y un toque picante a la mezcla.
Para acompañar el aperitivo pedimos cerveza mexicana, Rosarito Beach, que por cierto y a pesar de haber vivido en México no había probado. Al final la cerveza nos acompañó durante toda la comida, ya que gustó bastante, por lo que decidimos prescindir del vino.


De segundo nos sirvió otro sencillo pero sabroso aperitivo, tosta de atún, que consistía en una tortilla de trigo crujiente sobre la que había dispuesta unas finas láminas de atún fresco acompañadas de mayonesa de chipotle y pico de gallo. Redondo!!!


Seguimos con un pulpo a la brasa acompañado de un puré cremoso de elotes, ajo negro y ceniza de tajin. Quizás el más flojo de los platos a mi entender ya que el pulpo no estaba lo suficientemente tierno. Igualmente el conjunto resultaba agradable al paladar pero el punto del pulpo desmerecía el plato.


Lo siguiente fue el taco de pescado costero con chile shishito, aros de cebolla roja, mayonesa de chipotle, y brotes de cilantro servido todo ello sobre una tortilla de trigo. Excelso, el mejor platillo del día.


Continuamos con otro taco sencillo a la vez que delicioso, en esta ocasión era el taco barbacoa de lengua de vaca cocinada a baja temperatura y acompañada por un poco de guiso de rabo servido con cebolla al carbón y brotes de cilantro sobre tortilla de maíz. Este taco iba acompañado de una salsa a base de chile habanero y tomates al grill. Muy rico!


El último de los tacos que nos sirvieron fue el de filete y tuétano, solomillo Black Angus con tuétano de ternera servido sobre tortilla de maíz y guarnecido con cebolla al grill. La salsa en esta ocasión era de tomatillos y chile serrano.


Como punto final nos sirvieron un postre que no tiene mucho que ver con la cocina mexicana. Una piña cocinada a la brasa acompañada de un helado de vainilla bourbon y unos copos de yogurt liofilizados. La piña al carbón adquiere unos matices interesantes aunque el postre en conjunto era bastante normalito por no decir del montón.




La comida en general resulto agradable y el restaurante bastante recomendable. Productos frescos y bien elaborados con sabor mexicano al 100%. 
El precio medio del cubierto salió por unos 150 dólares de Singapur, lo que vienen siendo unos 100/110 euros aproximadamente.
Si estas por la zona no dejes de pasar la ocasión de probarlo.