Las lentejas, al igual que la mayoría de las leguminosas son una rica fuente de nutrientes, como vitaminas, minerales, hidratos de carbono y fibra, además de tener muy bajo contenido en grasas. También son ricas en proteínas, aunque estas son incompletas por su falta de metionina, así que es recomendable mezclarlas con alimentos ricos en este aminoácido esencial como puede ser el arroz o los cereales.
A la hora de la compra hemos de tener en cuenta algunos detalles. Si las adquirimos envasadas, la mejor referencia suele ser el etiquetado, ya que dependiendo de su calidad se le adjudicara un color a la etiqueta, roja para las de calidad extra, verde para las de buena calidad y amarilla para las de calidad inferior.
En cualquier caso, tanto si las compramos envasadas como si las adquirimos a granel, sus propiedades organolépticas serán el mejor indicativo de calidad. Siempre hay que comprobar que no estén rotas, que el color sea liso y uniforme, y tengan buen aroma. Para conservarlas es necesario evitar el contacto con la luz y la humedad, ya que de lo contrario podrían llegar a germinar, así que lo más recomendable es guardarlas en la alacena en recipientes herméticos.
A la hora de cocinarlas no es necesario remojarlas con antelación, simplemente cubrirlas con agua fría y ponerlas al fuego hasta que estén tiernas. Esto dependerá de la variedad de lenteja que utilicemos. Debemos calcular unos 70 gramos por persona para una ración normal, ya que durante la cocción duplicaran su peso.
En España, las variedades más comunes son la castellana, la lenteja de Armuña, la pardina y lenteja verde o verdina, aunque en el mercado podemos encontrar lentejas de orígenes diversos, como las amarillas de oriente próximo, las naranjas de la India, las rojas con un sabor muy fino e incluso verdes azuladas (dado que crecen en zonas volcánicas).
Aquí os dejo el clásico guiso de lentejas, pero son muy apropiadas para comerlas en ensaladas, cremas, purés o salteadas con ajo y perejil para usarlas de guarnición
Guiso de lentejas
Para las lentejas
250 gr. Lenteja pardina
1 hueso de jamón
1 chorizo para guisar
1 Trozo de morcilla
1 trozo de tocino fresco
Patatas
Pimiento verde
Apio
Ajo
Lavar las lentejas y poner todo en una olla menos las patatas, cubrir con agua fría, llevar a ebullición, espumar y cocer a fuego medio 20 minutos, añadir las patatas partidas en cascos y cocer 10 minutos mas. Retirar los dientes de ajo, la rama de apio y el trozo de pimiento verde, picar y añadirlo al sofrito, una vez tengamos el sofrito listo incorporarlo a la olla de las lentejas y cocer el conjunto a fuego medio otros 10 minutos.
Para el sofrito
Aceite de oliva virgen
Ajo
Cebolla
Laurel
Pimiento verde
Zanahoria
Pimentón dulce
Tomate
Sal
Pimienta
Poner un poco de aceite en una sartén y añadir el ajo picado, sofreír ligeramente y agregar el laurel y la cebolla finamente picada, a continuación el pimiento verde y la zanahoria, ambos bien picaditos. Se sofríe todo muy bien y se añade un poco de pimentón, se remueve bien y se incorpora el tomate previamente triturado con la túrmix y pasado por un colador, echar también al sofrito las verduras que hemos retirado de las lentejas. Cocinar unos 15 minutos a fuego lento, sazonar con sal y pimienta, retirar del fuego y añadirlo al guiso de lentejas
A comer
Retirar la hoja de laurel y el hueso de jamón, sacar la morcilla, el chorizo y cortar en rodajas, hacer lo propio con el tocino y volver a meterlo todo en la olla, remover y servir. En mi casa, como en muchas mesas andaluzas es costumbre comerlas aliñadas con un poco de vinagre, aceite de oliva y sal
No hay comentarios:
Publicar un comentario